Cada veintiocho dias la LUNA brilla iluminada en todo su esplendor y plenitud. Justo cuando está a 180 grados del SOL, justo enfrente, se produce este fenómeno cósmico desde tiempos inmemoriables.
Es la danza que se establece entre la LUNA y el SOL en un ciclo que empieza cada mes en la Luna Nueva en la que los dos se unen
Las energías recibidas de esta forma reactivan nuestra voluntad de vivir y de transformación, necesarias para nuestro desarrollo personal. Y luego, a través nuestro, fluir hacia toda la humanidad.
Por el trabajo de meditación, firme y continuo de numerosos individuos y grupos en todas las partes del muno, estos Festivales efectúan actualmente un anclaje subjetivo en la conciencia de la humanidad.
Cada año, más y más personas de orientación espiritual están reconociendo la importancia de los tres Festivales espirituales principales de Aries, Tauro y Géminis como constituyentes de un flujo unido de energías que afectan a la conciencia humana.
La Pascua, o el Festival del Cristo Resucitado(en la Luna Llena de Aries), va seguido del Festival de la Luna Llena de Wesak, el Festival en Géminis (en la Luna Llena de Géminis) o día de la Energía de la Buena Voluntad. Aunque el cristianismo y el budismo están involucrados, estas meditaciones van más allá de las religiones, más allá de las estructuras sectarias. Son eventos cósmicos, a los que cualquier persona, de cualquier lugar, raza, cultura, origen, etc… puede acceder, pues la energía cósmica, al igual que la lluvia y que la energía solar, no discrimina y es generosa para con todos los seres. Es a través de estas puertas vibracionales que son lashoras antes y después de la Luna Llena que se puede acceder a esta energía con más intensidad.
La Luna LLena de Géminis
A la meditación planetaria en el signo de Géminis se le llama La Luna Llena de la Buena Voluntad porque aspira al establecimiento de las justas relaciones entre los seres humanos, y al reconocimiento de su naturaleza espiritual. Abre la puerta a energias que ayudan a la humanidad a sintonizarse con los ritmos cósmicos, con el fin de que la Unidad en la diversidad se convierta en una práctica, sustentada en un estado de Paz y Progreso continuados.
Cada veintiocho dias la Luna brilla iluminada por el Sol en todo su esplendor y plenitud en el cielo. Justo cuando está a 180 grados del Sol, justo enfrente, se produce este fenómeno cósmico desde tiempos inmemoriables.
Es la danza que se establece entre la Luna y el Sol en un ciclo que empieza cada mes en la Luna Nueva, justo en el momento en que los dos se comunican intimamente. A partir de este momento la Luna empieza su fase creciente, y se va alejando del Sol hasta la máxima distancia posible, que es cuando se ve la Luna Llena. Es en este momento de luna llena cuando la energía del Sol en el signo nos llega con más fuerza gracias a la diseminación que la Luna hace. El efecto más intenso dura desde un día antes del momento exacto, hasta un día después aprox. Después el ciclo se invierte y empieza el trayecto de vuelta hasta la Luna Nueva, y vuelta a empezar hasta el próximo encuentro de luna llena que ocurrirá en el siguiente signo. Y así es en un ciclo de 12 meses y 13 lunaciones.
Según la tradición ,durante la Luna Llena tiene lugar un proceso de transmisión de energía en el plano espiritual que produce un efecto especial en el desarrollo de la humanidad. La energía, cualificada por la naturaleza y la influencia de cada período de luna llena, fluye hacia nosotr@s en la marea de vida que viene de nuestro Sol. Meditamos entonces en formación de grupo porque, cuando la luna aparece “llena” en el cielo, la vía de comunicación de esta energía está muy abierta, clara y sin bloqueos.
El efecto producido tiene relación con el signo zodiacal en el que el Sol se encuentra en ese momento. Tod@s podemos sintonizar con este flujo energético mediante la meditación, bien sea individual o en grupo. Las energías recibidas de esta forma reactivan nuestra voluntad de vivir y de transformación, necesarias para nuestro desarrollo personal. Y luego, a través nuestro, fluyen hacia toda la humanidad.
Por el trabajo de meditación, firme y continuo de numerosos individuos y grupos en todas las partes del mundo, estos Festivales efectúan actualmente un anclaje subjetivo en la conciencia de la humanidad.
Cada año, más y más personas de orientación espiritual están reconociendo la importancia de los tres Festivales espirituales principales de Aries, Tauro y Géminis como constituyentes de un flujo unido de energías que afectan a la conciencia humana.
La Pascua, o el Festival del Cristo Resucitado (en la Luna Llena de Aries, la primera de la primavera) tiene que ver con la energía creadora de vida que da nacimiento a las formas y es una expresión de Amor.
Le sigue el Festival de la Luna Llena de Wesak, el Festival del Buda (en la Luna Llena de Tauro). Aqui se trata de la encarnación de la Luz, de la expresión de la Sabiduría.
Los dos principios anteriores se funden con la energía de Síntesis durante el tercer Festival de La Buena Voluntad (en la Luna Llena de Géminis). Aqui se trata de sintonizar a la humanidad con el principio de Amor-Sabiduría.
Aunque el cristianismo y el budismo están involucrados, estas meditaciones van más allá de las religiones, más allá de las estructuras sectarias. Son eventos cósmicos, a los que cualquier persona, de cualquier lugar, raza, cultura, origen, etc… puede acceder, pues la energía cósmica, al igual que la lluvia y que la energía solar, no discrimina y es generosa para con todos los seres. Es a través de estas puertas vibracionales que son las horas antes y después de la Luna Llena que se puede acceder a esta energía con más intensidad.